Lechugas
Las lechugas son las reinas de cualquier ensalada, y las podemos cultivar durante todo el año según el clima y la variedad de la lechuga.
Antes de sembrar
Las lechugas necesitan una ubicación con un sol moderado, ya que si las disponemos a más de 6 horas de sol, muy probablemente se espigue y comience su fase floral, y eso no nos interesa. Para días largos y con mucho sol, os recomiendo sembrar la variedad Maravilla de Verano, ya que esta dificulta el espigado.
La siembra se debe realizar primero en semillero y luego pasar a maceta cuando tenga de 4 a 5 hojas verdaderas. No necesita mucho sustrato por lo que la maceta no debe ser necesariamente profunda, al menos 20cm de profundidad y 40cm entre lechugas.
Sustrato
Al ser un cultivo de hoja, el sustrato no es necesario que disponga de mucho abono y materia orgánica, incluso es preferible abonar con más nitrógeno. Una buena combinación para huerto urbano sería utilizar 70% fibra de coco + 30% de humus de lombriz o estiércol. Es preferible tener el sustrato bastante suelto y drenánte, por lo que podríamos añadir varios puñados de perlita y vermiculita a la mezcla de nuestro sustrato, de esa forma aportaremos un mejor drenaje y mejor oxigenación.
Riego
Las lechugas necesitan un riego bastante frecuente, ya que no aguantan la sequedad en ninguna de sus fases. Es mejor realizar los riegos a primera hora de la mañana o al atardecer. Un uso óptimo de riego sería utilizando un sistema de riego por goteo.
Cosecha
La cosecha podremos realizarla en 2 a 3 meses desde su siembra en semillero, dependiente de la variedad será más tardía o más temprana. Es preferible hacer una siembra escalonada para disponer de lechugas casi a diario.
Las lechugas del tipo Romana, es conveniente atar sus hojas por la parte de arriba cuando miden alrededor de 14cm para evitar el espigado de la misma. Una vez atadas podremos cosecharlas 10 días después.