Espinacas
Las espinacas son ricas en minerales y una fuente inagotable de vitamina C, es una de las primeras verduras de temporada de invierno, tolerantes al frío del huerto urbano. Este cultivo es fundamental para cualquier persona aficionada a los huertos urbanos para la primavera y el otoño, ya que las temperaturas cálidas y los días más largos harán que las espinacas se espiguen y se conviertan en semillas.
Antes de sembrar:
Las espinacas es recomendable sembrarlas de forma directa, sin necesidad de trasplante. Requieren de un lugar bastante soleado en nuestro huerto urbano (al menos 5-6 horas de sol) ya que necesitan una temperatura de entre 15-20ºC. La germinación se realizará de 10 a 12 días desde su siembra.
Sustrato:
Necesita un sustrato rico en nutrientes, aportando principalmente nitrógeno a este como puede ser harina de sangre o harina de alfalfa. Necesita un sustrato bien drenante y suelto, a poder ser arcilloso, por lo que es muy recomendable remover bien el sustrato de fondo antes de sembrar. El ph ideal para el sustrato es entre 6-7.
Riego:
Las espinacas necesitan un riego bastante abundante, aunque sin encharcar, ya que esto podría perjudicar las hojas verdes. En las épocas de lluvia solo será necesario regar 2 veces en semana. Es recomendable realizar los riegos por goteo para una mayor asimilación y ahorro.
Cosecha:
Coseche las espinacas cuando las hojas sean jóvenes o déjelas madurar y coseche las hojas exteriores para tener espinacas durante más tiempo. Las plantas alcanzarán la madurez en 40 a 60 días después de la siembra. Coseche las hojas tiernas antes de que haga demasiado calor. El calor del verano provocará hojas amargas y la posibilidad de que se espiguen para sacar semillas.
Para obtener un mejor sabor, coseche por la mañana, enjuague y degustelas frescas o refrigere inmediatamente. Guárdelos en bolsas de plástico sueltas en el cajón de las verduras del frigorífico.