Cómo germinar brotes en tu propia cocina
Los brotes son semillas que acaban de germinar. Cuando una semilla cuenta con el agua, el oxígeno y el calor necesario, germina para formar un nuevo ser vivo. La germinación hace que las semillas de cereales y leguminosas aumenten su valor nutricional siendo un complemento perfecto para presentar en muchas recetas.
¿Cómo se cultivan los brotes?
Para hacer tus propios germinados en tu propia cocina no necesitas macetas, sino que deberás usar un germinador de brotes. También es necesario disponer de semillas ecológicas de calidad como por ejemplo soja verde, judía mungo, lentejas, alfalfa, trigo, cebada, berro, rábano, calabaza, girasol, lino y sésamo.
Para germinar tus brotes debes contar con un germinador de brotes, pero también se puede hacer con frascos. Lo primero que hay que hacer es llenar un cuarto de cada recipiente con las semillas y añadir agua, luego colocar las tapas cubriendo las bandejas o frascos. Tras unas 8 a 12 horas escurre el agua y pon los recipientes inclinados para que termine de drenar el agua. Debes enjuagar las semillas una o dos veces al día repitiendo el proceso anterior.
¿Cuánto tardan en germinar?
El proceso de germinación se produce mejor en un lugar cálido. A los 2 o 3 días empiezan germinar los brotes, aunque el tiempo de germinación depende del clima de la zona.
¿Cuándo se pueden recolectar?
Cuando los brotes alcanzan unos centímetros de alto, es momento de cosecharlos. Puedes colocarlos en un recipiente hermético para trasladarlo al refrigerador. En estas condiciones, se podrán conservar durante una semana en perfecto estado.
Para asegurarte el éxito en la calidad y el sabor de tus brotes debes comprar las semillas siempre prestando atención a que procedan de cultivos ecológicos, es decir que no hayan sido tratadas.